La CPE cumplió 90 años

El 6 de julio la CPE cumplió 90 años. Con un nivel de organización desarrollado inimaginable para quienes fueron los pioneros de su creación, hoy la Cooperativa trasciende a Santa Rosa, a la comarca y tiene proyección nacional.

Marcos Molas, Octavio Gazia, José Fiscella y Juan Humberto Palasciano, fueron los que firmaron el acta fundacional de la Cooperativa Popular de Electricidad (CPE), un 6 de julio de 1930. A 90 años de aquel día, en medio de una inédita situación de pandemia mundial, no hubo celebraciones públicas, pero sí fueron destacadas las nueve décadas de prestaciones de servicios autogestionadas, solidarias y eficientes.

En un contexto donde hay millones de contagiados y miles de fallecidos en todo el mundo, la CPE trabaja en el marco de las pautas legales nacionales y provinciales, para continuar con la atención al público y cuidar la salud de asociados y trabajadores. Las tareas esenciales que tiene, como lo son la distribución de energía, telecomunicaciones, funeraria y planta de gas, se cumplen en base a la planificación y el fuerte compromiso del plantel laboral. El resto de las actividades se sumarán a medida que se habiliten de acuerdo a las sucesivas fases.

En un este sentido, el cooperativismo demostró una vez más ser la mejor respuesta comunitaria ante los problemas, como los que acontecen actualmente. La raíz de la organización social es sustancialmente diferente de la organización capitalista. Si bien tiene una profundidad doctrinaria y dogmática muy importante, en los hechos concretos y en lo cotidiano significa una organización que tiene como premisa brindar servicios a sus propios dueños, que esto ya es una característica esencial, con la mayor calidad y al menor costo.

El movimiento cooperativo es parte de la identidad de los pampeanos. En particular, la CPE es una institución que ha logrado superar muchísimas situaciones de crisis y mantenerse siempre de pie, no solo por las gestiones al frente del Consejo de Administración sino que también gracias al aporte de sus asociados.

El mundo está cambiando vertiginosamente y la actual pandemia agregó su propia gran cuota de angustia e incertidumbre sanitaria y económica. Esta dramática realidad obliga a repensar la postpandemia para enfrentar consecuencias sociales previsibles: mayor desempleo, más pobreza y consecuentemente falta de perspectivas a futuro.

Ahora, pese al drama, una nueva oportunidad se abre para consolidarse como vía superadora. Como hace 90 años, por virtud y convicción popular, la CPE seguirá trabajando para que la esperanza no se pierda.